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Aquest és el blog de Kike Pérez Colomer (Vallada 1980). Ací vos mostre alguns dels meus treballs fotogràfics així com altres inquietuds relacionades amb el món de la imatge, la música i altres temes que em resulten interessants o dels que necessite parlar. Pots veure totes les fotos que faig al meu portfoli a la meua web (hhttps://www.behance.net/hein-rich). Recorda: Compartir és genial, però un ús inapropiat de les meus fotografies és il·legal i molest. Gràcies per respectar-me i sigues benvingut!

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dilluns, 25 d’octubre del 2010

Educar la mirada. Por Eduardo Momeñe.

Bakhtapur, Nepal 2009

(Text original del bloc Foto 36, per Sergio Jaén Lara)

J. Alfred Prufrock, 2010. Eduardo Momeñe (c)
Mucho se habla del concepto de “educar la mirada” de hecho se está convirtiendo en el eslogan preferido para anunciar todo aquello relacionado con la impartición de talleres y cursos de fotografía, es decir, el siguiente escalón. El paso que normalmente sigue el fotógrafo que ya ha recibido suficientes cursos sobre focales, trípodes y uso del flash y que busca algo más, unas veces por inercia, otras veces porque su obra se ha estancado y necesita la luz que ilumine su abismo, o que lo evidencie,  y la mejor de las veces porque necesita consejos que le ayuden a potenciar su capacidad creativa y expresiva, o simplemente sus ganas.
El problema es cuando se recurre a una fórmula publicitaria, y no hay nada detrás que la sustente.
“Mire usted, me he apuntado a este taller, nada barato por cierto, para que eduque mi mirada, la cuestión es ¿Qué es educar la mirada?”  Encontrar ante esa pregunta, el silencio mas desolador, puede provocar (y para mas de uno así ha sido) una enorme desazón y vergüenza, incluso mas que rabia.

Sin ir mas lejos, varios han sido mis intentos infructuosos de encontrar una respuesta a lo que hasta ahora creía, un eslogan vacío. Puede que no recurriera a las personas indicadas.
De hecho esa era una duda mayor si cabe ¿Quién está capacitado para educar fotográficamente?, no sólo eso ¿Se debe proporcionar esta educación? ¿Puede coartar  esta educación la capacidad creativa y de expresión, en este caso de un fotógrafo? Seguro que hablando de educación, la mala, al igual que puede ocurrir en cualquier centro de enseñanza, puede tener efectos nefastos. La responsabilidad debe existir.
Para ello hemos buscado a aquellos que creemos pueden ayudarnos en esta búsqueda y encauzarnos por esta senda tortuosa de lo que debe ser una educación fotográfica completa. Así también consideramos que sería desaprovechar esta oportunidad el no interrogar también sobre la debatida existencia  de limitaciones en el lenguaje fotográfico y la creciente interacción de la fotografía con otras ramas artísticas.
Tenemos el honor de contar para esta primera ronda de preguntas con la amable participación de Eduardo Momeñe (Bilbao 1952), fotógrafo, docente, articulista, creador de la magnífica serie de televisión “La Puerta Abierta” y escritor de “La Visión Fotográfica” un libro que constituye el perfecto punto de arranque perfecto para emprender esta aventura que compartimos. Sus respuestas seguro serán de gran ayuda.
1. ¿En qué debe consistir una educación visual correcta?
Sólo se puede educar la mirada si ya se tiene. Hay personas que tienen mirada fotográfica y otras no, hay personas que tienen buen oído y dotes musicales y otras no. Se puede estudiar música si se da lo primero. A partir de ahí, es cuando se puede trabajar la mirada, cuando ya existe. Se trata de averiguar, y lleva tiempo, si uno la tiene o la podría tener, o no.  La educación sólo es posible si ya está todo en uno, aunque todavía esté en estado bruto, o sin descubrir. La educación no va ser sino una manera de tratar de sacar lo mejor posible lo que ya está dentro. Hago hincapié en ello porque  es una pregunta que no siempre se hace. La fotografía es el producto de un pensamiento visual (es un pensamiento complejo) , y que será más potente si se desarrolla cultural e intelectualmente. En todo caso, son dos pasos, el primero sería comprender, saber leer fotografías, y a continuación, y sólo después, intentar hacerlas. Hay muchas personas que saben y comprenden muy bien el lenguaje fotográfico pero que serían incapaces de hacer una obra fotográfica. De alguna manera son dos profesiones diferentes. Es muy fácil verlo en extraordinarios galeristas que comprenden perfectamente el medio pero que son incapaces de hacer fotografías.
2. ¿Qué es lo correcto? ¿Pretender dicha educación no es interferir desde el inicio en el proceso creativo de un autor?
Lo correcto, en mi opinión sería, comenzar por comprender que la fotografía es un medio de expresión  de manejo complicado, bastante desconocido, y que exige un conocimiento de la manera en la que actúa. En esta dirección debe ir una educación apropiada. Mucha información. En fotografía se piensa muchas veces que no hace falta esa información. Sin embargo, es mucho lo que hay que aprender porque se trata de obtener un conocimiento del mundo, del arte, del pensamiento, de la cultura, etc… que es el que puede producir una obra fotográfica consistente.
Sin educación es difícil hacer algo. Quizás haya alguien que lo haya hecho pero no es un ejemplo para los que no tuvimos tanta suerte. Sí es importante la intuición, pero sin conocimiento, al igual que ocurre con la inteligencia, no vale de mucho.
3. ¿Quién tiene la capacidad de impartir esta educación?
¿Quien lo enseña? Probablemente nadie, porque es un proceso lento, acumulativo, de bastante tiempo basado en un interés obsesivo. La fotografía no se enseña, simplemente se pueden recibir pautas, y que una mente con ganas, sepa atrapar. La fotografía se aprende desde todas partes, nadie nos va enseñar a hacer fotografías, simplemente nos pueden echar una mano, pero el aprendizaje es personal. Uno no es artista, simplemente hace cosas, y después si pasado el tiempo todo permite que haya un consenso de que esas obras que uno ha hecho , son obras de arte, quizás pueda pensar que es un artista. Robert Frank es un buen ejemplo. ¿Quien le enseñó a Robert Frank a hacer fotografías…  y a Paul McCartney a hacer canciones? Quizás sus amigos músicos, escritores… quien sabe, pero ya estaba todo dentro anteriormente.
Nos interesa también hablar de las posibles limitaciones de expresión de la fotografía frente al peso de su pasado y frente a la imagen continua; algo que se está haciendo patente con la compaginación de ambos procesos  por cada vez mas fotógrafos, apoyado también por la aparición de cámaras mixtas.
1. ¿Existen estas limitaciones?
No creo que haya ningún tipo de limitación excepto las nuestras.  Desde mi punto de vista, viene una época apasionante, si no nos distraemos. Fotógrafos que van a hacer un cine diferente, fotográfico. Cineastas que utilizan la fotografía, escritores que hacen fotografías, fotógrafos que escriben. Ya está ocurriendo pero por alguna razón en ciertos ambientes aún se piensa que la fotografía debe ser hecha por mentes pictóricas, y que aquel arte conceptual de los 60 con malas cámaras de video y fotografías en blanco y negro expresamente hechas con indiferencia son algo distinto del arte conceptual de ahora, hecho en color en gran formato y con buenas cámaras.
2. ¿Su aceptación es la aceptación del medio?
Las fotografías ya no se van a hacer solamente para colgarlas en una galería como objetos decorativos, sino que van a formara parte de extraordinarias narraciones conceptual y visualmente elaboradas, véase video, libros,… Insisto en la escritura, textual, visual, fotográfica, cinematográfica. Robert Frank no hace cine -o video- y fotografia, Robert Frank escribe con diferentes herramientas. Por supuesto, es mi punto de vista, uno más en otros muchos.
3. ¿Existen posibilidades creativas futuras o está todo inventado?¿Está el futuro en los contenidos y no en las formas?
Desde mi punto de vista, y por fortuna, el futuro de la fotografía es apasionante pero no gracias al Photoshop, ni a las representaciones de carácter simbólico (y pictórico) a gran formato, sino a la escritura, a la confrontación con la realidad mediante el lenguaje. Ahí está un documentalismo  de una potencia conceptual fortísima. Conocimiento en estado puro. Excelentes formas con contenidos inteligentes. El problema es que no es fácil.